Hace unas semanas en determinados sectores de la afición se encendieron las alarmas tras las dos jornadas sin conocer la victoria y la perdida del liderato en manos del filial sevillista. El balance de la segunda vuelta en comparación con el arranque liguero es ligeramente inferior, no obstante el trabajo de todo el año es lo que prima a final de temporada. Ahora, tras dos victorias holgadas los ánimos se relajan.
Humildad y trabajo son las dos constantes que tanto Iñaki como el grupo tienen claras desde el comienzo de la temporada. El objetivo es claro, ascender, pero el ascenso hay que ganárselo en el terreno de juego, por historia o entidad no se ganan los campeonatos. No olvidemos donde estamos y ni mucho menos lo que nos costó salir la última vez de esta categoría. De ochenta equipos ascienden cuatro, el ascenso está carísimo y hacerlo por la vía rápida se antoja mas complicado. Clave es acabar primero de grupo para tener una segunda oportunidad en caso de perder la primera eliminatoria. Aprendamos de nuestra historia, recordemos los 90 tanto en el grupo III como en el IV. Quien piense que esto es un paseo, que no olvide que la última vez nos costó 4 años salir de este pozo.
Solo hay un camino, el del trabajo y la humildad.
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