Balance positivo tras la batalla del Álvarez Claros melillense. El Real Murcia se trae un punto de la ciudad norteafricana tras un partido, como era de esperar, duro tanto en lo físico como en el juego. El Melilla jugó bien sus bazas, ahogando la salida del balón jugado por parte del equipo grana, empleándose con dureza, con el beneplácito arbitral, y con un ataque directo intentando aprovechar la garra de Chota. Pese a la ocasión inicial de Kike, el partido pintaba con claro color local desde el comienzo culminando con el gol de Chota, tras un mal ajuste a la hora de trazar el fuera de juego por la defensa grana.
Por su parte, los granas sufrieron en sus piernas la dureza de los melillenses que debieron haber terminado con algún expulsado. Aguilera estuvo inmenso en el centro del campo acompañado de un Cámara cumplidor a la hora de destruir juego pero demasiado impreciso sacando al balón jugado. Pese a este trabajo, el centro del campo grana no fue suficiente y se vio desbordado por el juego directo del Melilla.
El gol de Kike, rescata un punto en una de las salidas más complicadas que le restan al equipo. Carácter para sobreponerse a las patadas y, pese al descuido defensivo en la jugada del gol, solidez y orden atrás.
Lectura positiva de lo vivido en Melilla, punto valiosísimo en un partido que puede servir de aperitivo para lo que nos vamos a encontrar el los play- offs. Tanto Iñaki como los jugadores saben que esto es lo que nos espera de aquí a final de año. Kike continúa con su idilio con el gol y Mario Marín continúa creciendo a pasos agigantados como futbolista.
Ya solo queda como presumiblemente complicada la salida a Lepe para el enfrentamiento contra el San Roque, se ha jugado y puntuado en todos los campos de los gallitos de la categoría a excepción de Ceuta.
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